Ya que en su momento fueron las posaderas merecedoras de culto,
para muchos fue motivo de carcajadas y alguna sonrisa,
el poema terminaba de esta guisa,
“además de jocoso y sano, es llamarlo no trasero sino ¡vaya culo!”
No puedo por más que lo pienso, que no es justo de hecho
evitar nombrar a lo más bello del sexo opuesto
aunque sienta cierta vergüenza, no sé porque lo siento
cada vez que se nombra o me viene a la mente el pecho
Qué maravilla de creación, ¡vive Dios!
Cuando éste a la mujer creó
sin duda con gran inteligencia se la imaginó
no con uno como el trasero, sino con dos
Pecho, melones, senos o tetas pueden ser su definición
y en distintos tamaños y formas los podemos encontrar.
A veces no se proporcionan con su dueña, como es natural,
es en estos casos cuando la estética ejerce su función
Es la verdadera proporción, lo digo creo con bastante seguridad
ya que no me imagino en absoluto
un pecho y dos culos, sería absurdo,
no tendríamos manos para tanta complejidad
Estaríamos en la cama con una pirámide, y además
¿no se han dado cuenta?, no me lo hagan explicar
que al hombre nos faltaría alguna herramienta adicional
para a la mujer satisfacer. Por lo menos una más
Y para no enrollarme, terminar y que recordarlo sea sencillo
con dos culos seria tanto el tamaño
que tendríamos que cambiar el vocabulario
nombrando a dicha unión canalón, y no canalillo